domingo, 14 de agosto de 2011

TIEMPO LIBRE DE VUELO

A nuestro pájaro debemos concederle un tiempo libre de vuelo por lo menos una vez al día para que con ello se mantenga en buena forma física. A este respecto cabe señalar que necesita el ejercicio no sólo con objeto de impedir que adquiera sobrepeso sino también para satisfacer su impulso instintivo de desarrollar movimiento en libertad.
El tiempo de vuelo debe ser supervisado ya que la Ninfa/Carolina es un pájaro al que mueve una gran curiosidad y que por ello investigará todo lo que esta a su alcance con su fuerte y agudo pico. En resumen, a menos que no nos importe el mobiliario y los cortinajes de la habitación en que se halla instalado el pájaro, deberemos mantener su tiempo de vuelo bajo estrecha vigilancia.


Una vez fuera de su jaula, el pájaro comenzará a volar. No obstante, antes de que procedamos a abrir la puerta asegurémonos de que todas las puertas y ventanas están cerradas. Asimismo que los cristales transparentes de las ventanas así como cualquier espejo que pueda haber en la habitación se hallan cubiertos al objeto de que el pájaro no los confunda con su salida. Si así se procediera, puede llegar a colisionar con una ventana cerrada y resultar gravemente herido.

Recordemos que aun cuando se haya familiarizado por completo con su jaula en el hogar, si escapa al exterior se mostrara completamente desorientado por el entorno, los olores y los sonidos. De hecho, no cuenta con instinto de regreso al hogar y es altamente improbable que acierte a encontrar de nuevo el camino de regreso a casa.
Al menos que el pájaro esté hambriento o sediento, es probable que no regrese a la jaula por sí mismo después de su primer vuelo por la habitación. Es también muy probable que busque el punto más alto del local y se pose allí para así poder contemplar el entorno. Para atraerlo de nuevo podemos comenzar extendiendo el dedo y si trepa  sobre él podemos probar, en forma muy lenta y cuidadosa, a moverlo hacia la puerta de la jaula. Nunca debemos intentar perseguir o agarrar al pájaro. Si lo hacemos, probablemente destruiremos la confianza que hemos conseguido establecer y ya nunca más volverá a posarse ya sobre nuestro dedo.

Si el método del dedo fracasa, esperaremos a que anochezca, apaguemos la luz y cojamos al pájaro arrojando un trozo de tela sobre él. No la reconocerá como siendo nuestra mano y con ello la asociación positiva con la mismo no se verá perjudicada.
Un vez la asociación de alimento y seguridad quede establecida entre el pájaro y la jaula, la Ninfa/Carolina regresará a ella por decisión propia cuando sienta hambre o quiera descansar.
Tal y como hemos hecho observar anteriormente, las Ninfas/Carolinas son animales sociables a los que gusta estar con los de su propia especia pero si son enjauladas en forma aislada pronto transferirán su afecto a su dueño humano. Esto, sin embargo, sólo acontece si recibe la debida atención. Si el pájaro es ignorado durante un tiempo prolongado, muestra tendencia a volverse ruidoso y, algunas veces, destructivo. Si, por el contrario, nos mostramos atentos y amables con él, responderá de la misma manera.


Parte de este afecto puede manifestarse a través de un fuerte deseo de jugar con nosotros. Las Ninfas/Carolinas pueden ser enseñadas a imitar breves tonadas, a decir unas pocas palabras e incluso a llevar a cabo algunos juegos sencillos. La única condición qu ese requiere para enseñar a nuestro pájaro cualquiera de esas cosas es tener paciencia.
otras condiciones son que debe tratarse al pájaro muy dócil y que confíe plenamente en su dueño. Cabe señalar que resulta muy difícil enseñar nada a nuestro pájaro si está alojado junto a otro de su especie pues se mostrará mucho más interesado en el otro ejemplar que en nosotros y en cualquiera de nuestros esfuerzos de adiestramiento. Esto no ocurre si se tiene dos ejemplares Papilleros, criados a mano por un criador experto.
Aparte todo ello, el pájaro ha de poseer este "algo" y esta cierta "capacidad" que le ha de permitir aprender y repetir los sonidos que oye.

La repetición es la palabra clave en este punto. Tenemos que repetir las palabras, las frases o las tonadas muchísimas veces en presencia del pájaro antes de que empiece a imitar lo que oye. Cabe señalar, con relación a este extremo, que los pájaros se muestran más receptivos a esta clase de adiestramiento durante las horas de anochecer. Sea como fuere, la sesión no debe prolongarse más de una hora pero puede llevarse a cabo con ayuda de una grabadora. Conviene destacar, asimismo, la conveniencia de mantener un programa lo más regular posible todos los días ya que esto hará que el pájaro espero con placer la sesión de adiestramiento y que con ello se consiga mayor rapidez en el proceso de aprendizaje.
Las Ninfas/Carolinas, a semejanza de muchos otros pájaros y animales, cuentan con una especia de reloj biológico de gran poder.

Al principio cabe que repitan las palabras o tonadas de un modo apenas comprensible para después y de forma gradual hacer que resulten más claras a medida que las vayan repitiendo mientras continúan oyendo diversos sonidos. No intentemos comenzar con frases muy extensas o melodías muy complejas.
Algunos poseedores de Ninfas/Carolinas han conseguido el éxito valiéndose de un método de recompensas, ofreciendo al pájaro manjares especiales siempre que consigue repetir la canción o las palabras deseadas.
A partir del instante en que aprende su primera tonada o frase, las demás siguen con facilidad. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que es preciso estimular su memoria de un modo continuado ya que en caso contrario olvidará todo cuanto haya aprendido. Las Ninfas/Carolinas parecen preferir las voces de tono más agudo de las mujeres y los niños.


Los pájaros responden mejor si su entorno inmediato se mantiene limpio, con eliminación de restos de semillas y de plumas procedentes de la muda, por lo menos tres veces por semana.
El proceso de enseñanza puede ser muy largo. Algunos pájaros necesitan varios meses antes de que comiencen a imitar sonidos familiares. Otros no lo hacen nunca.
Una vez más tenemos que la paciencia se verá generalmente recompensada si no por unos sonidos reconocibles por lo menos con muestras de afecto como resultado de toda la atención que habremos prestado a nuestra Ninfa/Carolina.

1 comentario:

  1. tengo entendido que solo las ninfas macho silban o repiten sonidos, es eso cierto???

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